Conocido sólo como Nietzsche, fue un filósofo, poeta, músico
y filólogo alemán, considerado uno de los pensadores contemporáneos más
influyentes del siglo XIX.
Realizó una crítica exhaustiva de la cultura, la religión y
la filosofía occidental, mediante la deconstrucción de los conceptos que las
integran, basada en el análisis de las actitudes morales (positivas y
negativas) hacia la vida. Este trabajo afectó profundamente a generaciones
posteriores de teólogos, antropólogos, filósofos, sociólogos, psicólogos,
poetas, novelistas y dramaturgos.
Uno de los argumentos fundamentales de Nietzsche era que los
valores tradicionales (representados en esencia por el cristianismo) habían
perdido su poder en las vidas de las personas. Lo expresó en su tajante proclamación
“Dios ha muerto”. Estaba convencido que los valores tradicionales representaban
una “moralidad esclava”, una moralidad creada por personas débiles y resentidas
que fomentaban comportamientos como la sumisión y el conformismo porque los
valores implícitos en tales conductas servían a sus intereses. Nietzsche afirmó
el imperativo ético de crear valores nuevos que debían reemplazar los
tradicionales, y su discusión sobre esta posibilidad evolucionó hasta
configurar su retrato del hombre por venir, el ‘superhombre’
Es considerado uno de los tres «Maestros de la sospecha»
(según la conocida expresión de Paul Ricoeur), junto a Karl Marx y Sigmund
Freud.